El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, informó desde la Casa Blanca la decisión de enviar 4.000 soldados a Afganistán para vencer a Al Qaeda. La medida es parte de una estrategia que busca desactivar, desmantelar y derrotar a la red terrorista e intenta proteger a los estadounidenses de ataques similares a los del 11 de septiembre de 2001.
Según informó The New York Times, la decisión fue tomada luego de un debate interno con el vicepresidente Joseph R. Biden Jr quien mantuvo una postura prudente en relación al envió de milicias a territorio afgano y se manifestó en contra “de entrar en un pantano político y militar”.
Por su parte Obama se escudó en lo que considera “un principio fundamental” como lo es el derecho a proteger a los ciudadanos de su país de ataques como los perpetrados a las Torres Gemelas y al Pentágono, por la organización extremista talibán.
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